Llegar a una tienda especializada en vinos y, como si se tratara de una biblioteca, tomar de los anaqueles alguna botella que llame la atención para poder leer todas las características y recomendaciones que de ella se hacen, es una de las características de servicio que más ha llamado la atención de La Vinoteca, empresa regiomontana que recientemente lanzó su sistema de franquicias.
Su propietario, Juan B. Morales, siempre supo que en la enología encontraría un negocio de grandes proporciones. Y no se equivocó. Los 21 años de experiencia que ha acumulado esta empresa ahora concede a los emprendedores una excelente oportunidad que, al igual que los buenos vinos, promete mejorar aún más a través del tiempo.
Innovando el brindis
Todo empezó en 1978 como un pasatiempo de un grupo de regiomontanos,conocedores y amantes del buen vino, quienes empezaron a importar bebidas finas para su consumo personal. Era una especie de club y sus integrantes procuraban mantener los vinos en buenas condiciones en una cava central, especialmente diseñada para su uso, a la cual llamaban "vinoteca". De esa cava retiraban botellas, de acuerdo con sus necesidades de consumo.
El círculo se extendió pues cada día había más interesados en participar en ese club, hasta que en 1980 Morales abrió la primera tienda Vinoteca para dar asesoría en el consumo y venta de vinos finos. "Realmente lo que no se consumía en ese grupo, nosotros lo vendíamos y esa era nuestra utilidad y de allí se fue agrandando el negocio, hasta que abrí mi primera tienda en Calzada del Valle, Monterrey", recuerda Morales.
En un local de 150 metros cuadrados lujosamente acondicionado, este nuevo emprendedor que recientemente había dejado su trabajo ejecutivo en el Grupo Alfa, inició una empresa con un concepto innovador.
El éxito del lugar llegó pronto y los compradores demandaban cadav ez más vinos e información. La tienda se extendió a la terraza y el jardín del local, hasta abarcar todo el terreno de 400 metros cuadrados, que pronto también resultaron insuficientes para almacenar la mercancía. En 1988, Morales abrió su primera bodega de abastecimiento en el área metropolitana de Monterrey, la que ha multiplicado por seis, situadas en las ciudades de mayor afluencia turística o de negocios del país, hasta convertir esta fracción de su negocio en una red de distribución y abastecimiento.
Este proyecto es apoyado por más de 100 profesionistas en el área de selección de vino, adquisiciones, comercialización, ventas, telemercadeo, organización de eventos, maridaje y logística que constituyen un proyecto de mercadotecnia muy ambicioso.
"Nuestros empleados no son levantapedidos, sino asesores que realmente ofrecen al cliente productos de calidad. El consumidor final es sólo una parte de nuestro negocio, la otra son los profesionales de alimentos y bebidas, por ejemplo, capitanes de meseros y administradores de restaurantes que toman nuestros programas de capacitación para atender mejor sus negocios. Eso permite, además, que nosotros difundamos nuestra marca entre uno de los principales grupos de compradores"
El sabor del añejo
Juan Morales califica como otro elemento de su éxito a las alianzas de distribución exclusiva con empresas filiales y productoras de vino en Europa, América del Sur, Australia y Estados Unidos. Esto le ha permitido contar con 200 tipos de vinos de clase mundial, de comercialización exclusiva para la Vinoteca.
Otra de sus estrategias se dio en 1999, cuando lanzó una marca propia deTequila Aficionado.
"Era algo que no podíamos dejar pasar ante el boom que ha tenido esta bebida en el mundo entero. Ya teníamos los canales de distribución y promoción necesarios para hacerlo".
Un pilar más para su crecimiento ha sido la diversificación de sus servicios. Además de los cursos y ventas en la tienda, implementó la organización de banquetes y festejos en casas particulares y hoteles, así como participar en todas las oportunidades de desplazamiento de producto que se presenten: degustaciones, cursos de paladar, clubes, desarrollo de la marca de tequila fino y su última aventura: franquicias.
"Todos nuestros servidos están diseñados para mantener el nombre Vinoteca en la mente del consumidor, como algo más que un simple proveedor de vinos. Esta ha sido la razón por la que decidimos franquiciar. Debemos aprovechar nuestra fortaleza en el mercado, misma que da seguridad en el abastecimiento y permite mantener atractivos los márgenes de utilidad", dice Morales.
A principios del año 2000, Morales vendió su primera franquicia a un emprendedor de Culiacán, Sinaloa.
"Ellos abrieron su negocio en esa zona porque conocieron el concepto aquí y entraron en un negocio que definitivamente es muy rentable, les gustó el concepto de cultura del vino. Al igual que nosotros, tienen su propio club el cual está creciendo: tienen más de 500 afiliados",asegura.
Los emprendedores de Culiacán, menciona, se ajustan perfectamente al perfil del emprendedor con el que quieren hacer negocios: tienen un estatus social y económico sólido, con capacidad de hacer una fuerte inversión; el costo total de una franquicia de La Vinoteca es de aproximadamente 250 mil dólares.
¿Quieres entrarle al negocio?
Costo total de la franquicia USD $250,000
Uso de marca USD $15,000.00
Instalaciones USD $120,000.00
Mercancía USD $130,000.00 (desglosado aproximado).
Recuperación de la inversión: depende del mercado de 6 meses a un año
Vinoteca
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