domingo, 16 de noviembre de 2008

Franquicias de vinos en Europa

En España, la venta de vino siempre ha gozado de buena salud, ahora además, el aumento del conocimiento del sector por parte de la demanda está provocando el surgimiento de las tiendas especializadas en este producto bajo el sistema de franquicia. Analizamos el funcionamiento y las características de alguno de estos negocios.

La cultura del vino, arraigada desde siempre en nuestro país ha dado una vuelta de tuerca más convirtiéndose en una moda cada vez más implantada en nuestra sociedad. Es esta evolución la que ha hecho florecer en nuestro país, gran cantidad de comercios dedicados exclusivamente a la venta del vino y a todo aquello que tenga relación con el mundo de la enología. Así, estamos asistiendo a un mercado propicio para el surgimiento y la expansión de cadenas de franquicias que quieran aprovecharse de esta moda vitivinícola.

En este entorno, como es lógico ha nacido una fuerte demanda sobre todos aquellos productos y servicios relacionados con el mundo del vino, como copas, decantadores, pequeñas bodegas caseras o almacenadores de vino y servicios como las catas o la personalización de etiquetas.

Además, al despertar del interés por la cultura del vino ha contribuido también las mejoras en el cultivo, la recolección, la producción y la conservación que han puesto a nuestro país en la vanguardia del mercado a nivel mundial, incluyendo los caldos españoles entre los mejores del mundo.

Ante este interés desmedido, muchos gestores de tiendas o bodegas han decidido operar bajo el sistema de franquicia para alcanzar sus objetivos de expansión. Su funcionamiento, generalmente, se basa en una central desde la que se distribuyen las diferentes referencias a los franquiciados. Las bondades de este sistema es que tiendas de todos los lugares del país pueden contar con una gran gama de referencias de diferentes calidades y precios para ofrecer a sus clientes.

Por otro lado, una de las características más frecuentes de las franquicias especializadas en la venta de vinos es el constante asesoramiento –generalmente semanal- que reciben los franquiciados debido a las frecuentes novedades que existen en el sector. Catas, cursos o premios son eventos habituales en este sector que tienen que trasladar estas actuaciones a sus establecimientos.

Si un emprendedor quiere despuntar en el mundo de las tiendas de vinos en franquicia tiene un amplio abanico de posibilidades para montar su negocio asociado a una enseña. La inversión varía desde los 12.000 euros iniciales, que proponen algunas, hasta los 110.000 euros de otras, pero en estas cantidades hay que tener en cuenta los factores que incluyen, como el royalty o el canon de publicidad.

Dentro del sector, hay conceptos de negocio diferentes como Bodegas Don Felipe, que se diferencia por ser los propios fabricantes de sus vinos. El director general de la cadena, Jorge Pinto, insiste en la importancia de la ayuda constante al franquiciado, “hablamos casi constantemente e intentamos asesorar en todo lo que podemos a nuestros empresarios”, asegura Jorge Pinto, quien también destaca la importancia de saber diferenciar a cada franquiciado, “nosotros hacemos un traje a medida para cada franquiciado porque cada uno tiene unas necesidades y unos clientes diferentes”. En cuanto a su opinión sobre el momento actual se muestra optimista con el sector ya que “hemos facturado este año un 80% más que el año anterior y estamos abriendo más o menos dos establecimientos mensuales”.

En el caso de Bodegas Don Felipe, la enseña cuenta con más de sesenta franquiciados, a los que proporciona servicios de distribución directa, apoyado con otras empresas como Freixenet, Crismona o Aceites Toledo. Que les ayuda a contar con muchas más referencias y a compartir algunas políticas de funcionamiento como el caso de Freixenet.

En cuanto al perfil del franquiciado, generalmente, las cadenas tampoco exigen que sea un experto en vinos, un enólogo o un sumiller. Así lo asegura desde la red La Carte des Vins, el responsable de Expansión Nicolás Gutiérrez señala que “no buscamos expertos en vino, sino expertos vendedores de vino, lo importante es que tenga interés por gestionar un negocio propio y capacidad comercial”.

La Carte des Vins es una empresa nacida en Borgoña en 1998, con su primera tienda en Beaune. Desde el año 2002 la empresa es española, y cuenta con 25 franquicias en España, presencia en Francia y Suiza. Su elemento diferencial es, según Nicolás Gutiérrez “el enfoque al cliente, queremos que nuestras tiendas sean lugares acogedores donde el cliente disfrute con un servicio personalizado y un trato sencillo”. Una de las tendencias positivas que el director destaca es que “es un momento en que se consume en más vino en casa y el mayor conocimiento que la demanda tiene sobre la cultura del vino”, lo que provocará el flujo continuo de ventas.

Tras varios años perfeccionando su fórmula, Vinus & Brindis se consolida como una red de vinotecas franquiciadas con una cuidada decoración y trato cercano al cliente. Actualmente, cuentan con siete franquicias, de las que la central tiene información, al menos, una vez a la semana, para las más cercanas y, una vez al mes, para las más alejadas geográficamente. Otra de las ventajas que proponen es “un portafolio de alrededor de 600 referencias, entre las cuales el cliente se puede deleitar”, asegura el director de franquicias, Victor González. El director de franquicias asegura que “el consumo diario está en un buen momento porque aunque la gente sale menos a cenar, se permite más caprichos en su casa con lo que nos vemos beneficiados, mientras, en el consumo de restauración sucede lo contrario”. Para ser franquiciado tampoco es necesaria una formación “porque le daríamos una formación de todos nuestros productos y le proporcionaríamos la asistencia a nuestras catas”.

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